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2015 también será el año de la soja_20.12.2014

Montevideo. Países como Argentina y Brasil registraron un aumento en el área de cobertura respecto al último año al tiempo que las condiciones climáticas vigentes hasta ahora permiten augurar otro récord de producción en el ciclo 2014/15.

Montevideo/TodoElCampo – El economista Guillermo Rossi de la Bolsa de Valores de Argentina (Bva) consideró que los mercados agrícolas llegan a 2015 “con la necesidad de acomodarse a un nuevo escenario global, dejando atrás un ciclo alcista y con empuje liderado por la demanda para pasar gradualmente a una situación de predominio de la oferta y precios nominales inferiores al promedio de los últimos cinco años”.

Agrega que para Argentina “el desafío a mediano plazo” pasa por “asegurar la rentabilidad de la producción y fortalecer la competitividad de las exportaciones”.

DÓLAR, ESTADOS UNIDOS Y EL PETRÓLEO.

Desde el punto internacional el tema es “la renovada fortaleza del dólar norteamericano frente a otras monedas”. Además Estados Unidos “está logrando tasas de crecimiento más elevadas que gran parte del mundo emergente, a lo que se suma la expectativa de incremento en la tasa de interés referencial del Banco de la Reserva Federal durante el próximo año”, consideró el economista de la Bva.

Todas esas especulaciones “se dan en simultáneo con políticas monetarias más laxas en Europa, Japón y otras economías que han perdido dinamismo, lo que implica que buena parte de la apreciación del dólar emana también de las dificultades del resto” del mundo. Suele pasar que “cuando el dólar se revalúa los países importadores pierden poder de compra externo y adquieren una estructura de costos más conveniente para producir, combinación con evidentes implicancias bajistas para los precios”, explica el analista.

La caída del precio del petróleo es “una de las manifestaciones más visibles del nuevo contexto en los mercados de commodities” con una caída acumulada de casi US$ 50 por barril entre los meses de junio y diciembre.

LA SOJA Y SU ACEITE, “LOS MÁXIMOS PERDEDORES DEL AÑO”.

Después de los productos energéticos y el algodón,  la soja y el aceite de soja “aparecen como los máximos perdedores del año”, sufriendo “una importante expansión de la oferta norteamericana durante el último año, que amenaza con presionar en forma duradera sobre las cotizaciones de referencia. A esta situación se agrega que la demanda de China y otras economías de rápido crecimiento responde ahora con menor fuerza que durante los últimos años”, recordó Guillermo Rossi.

Pero “la oleaginosa continúa favorecida por el posicionamiento de sus precios relativos frente a producciones alternativas, manteniendo su rentabilidad en los planteos promedio de las principales regiones productoras del continente pese al notable deterioro de los márgenes”

Así países como Argentina y Brasil  registraron un aumento en el área de cobertura respecto al último año “al tiempo que las condiciones climáticas vigentes hasta ahora permiten augurar otro récord de producción en el ciclo 2014/15”.

A ello debe sumarse una “alta probabilidad” de que EEUU aumente el área de siembra en perjuicio del maíz, “generando mayor flujo de oferta de cara al último trimestre del año”.

Como no parece probable que la demanda acompañe a la caída de precios “el escenario más probable es que se refuerce el proceso de acumulación de stocks entre los países exportadores. De no mediar mayores problemas, al finalizar el ciclo 2015/16 el inventario mundial remanente se encamina a representar ¡entre 40 y 50 % del consumo!”, exclama el analista.

MAÍZ, SORGO, AVENA Y CEBADA.

En forma contraria, los granos forrajeros presentan una oferta de crecimiento “más moderado”.

Las existencias mundiales de maíz, sorgo, avena y cebada forrajera  están “en su nivel más alto de los últimos 15 años y muestran gran dispersión regional, al tiempo que la demanda está atomizada y empuja con menor agresividad que en años anteriores”, a excepción de China que aparece “capaz de alterar el equilibrio por el lado de la demanda, aunque todo dependerá de los resultados que obtenga con su cosecha doméstica y de la orientación política que adopte respecto de la admisión de variedades genéticamente modificadas”.

TRIGO, LA INCERTIDUMBRE.

Al trigo, en cambio, lo caracteriza la incertidumbre porque “la producción de la zona del Mar Negro se encamina a caer al menos un 10 % respecto del nivel de este año, lo que podría reorientar parte de la demanda del hemisferio norte hacia otros orígenes, entre los que se destaca Estados Unidos”.

LA INTERNA ARGENTINA.

Pero el mercado argentino “no parece acoplarse demasiado a lo que suceda en el resto del mundo. El sistema de cupos de exportación sigue siendo un verdadero lastre para la comercialización local, generando opacidad en la formación de precios y lesionando la virtuosa competencia entre los distintos sectores de la demanda. De persistir las distorsiones, cabe proyectar una muy probable reducción del área sembrada de trigo en Argentina en el ciclo 2015/16, aunque todavía es muy pronto para estimar su magnitud. Igualmente, el mercado interno seguirá condicionado por los holgados niveles de stock, mientras que cualquier cambio de política comercial que se introduzca a partir de 2016 será necesariamente gradual”, concluye el el economista de la Bolsa de Valores de Argentina, Guillermo Rossi.