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Los precios de la soja hoy en Chicago son exactamente la mitad de lo que eran hace tres años atrás_18.09.2015

La semana pasada editamos una nota donde mostrábamos que en la campaña 2014/2015 Argentina mantenía su posicionamiento como uno de los líderes del mercado mundial de granos, aceites y subproductos. En la misma veíamos que nuestro país sigue teniendo una excelente ubicación en los rankings mundiales de producción y comercio exterior en diversos productos, principalmente del complejo oleaginoso. Nuestro país -en la campaña 2014/2015- se estaría ubicando como primer exportador mundial de harina de soja, primer exportador mundial de aceite de soja, primer productor mundial de biodiesel en base a aceite de soja, tercer productor mundial de poroto de soja, tercer exportador mundial de poroto de soja y harina de girasol, cuarto exportador mundial de maíz y de aceite de girasol y cuarto productor mundial de semilla de girasol. Estos son los lugares más relevantes que ocupa nuestro país.

Los buenos indicadores de Argentina en el mercado mundial de granos y oleaginosas no deben llamarnos a engaño, porque estos lugares positivos se refieren casi exclusivamente al complejo oleaginoso, donde la industria realizó fuertes inversiones en los últimos años para pasar de una capacidad total de molienda teórica de soja y girasol de 93.000 tn/día en el año 2013 a 206.931 tn/día en la actualidad. El posicionamiento del maíz y del trigo de Argentina a nivel mundial ha caído. Por ejemplo, éramos el 2° exportador mundial de maíz y hoy somos el 4°. La situación de la presente campaña es complicada y muchos productores van a apuntar directamente a la soja, dejando de lado a otros cultivos importantes para la sustentabilidad a mediano y largo plazo del agroecosistema. Ya vimos la caída en el área sembrada de trigo. Ahora vamos camino a concretar la baja en el área de maíz.

Algunos lectores, que no son personas allegadas al sector, nos formularon la siguiente pregunta: ¿De qué se quejan los productores argentinos y toda la cadena granaria si Argentina viene manteniendo su lugar de privilegio en la producción y comercialización mundial de granos (harinas y aceites) y ha ido aumentando paulatinamente su producción de granos año tras año? Esta pregunta se enmarca en un año electoral, con las divergencias que han surgido en toda la sociedad a partir de la crisis de relación entre el campo el gobierno nacional en el 2008, las discusiones sobre la necesidad de asegurar la mesa de los argentinos, las supuestas rentas extraordinarias que perciben o habrían percibido los productores y la necesidad de aplicar ROEs y retenciones al trigo y al maíz para abaratar el costo de estas materias primas utilizadas como insumos para la producción de otros alimentos (como el pan, carne vacuna, carne de pollo, etc.)

En consecuencia, daremos seguidamente algunas reflexiones para responder a este interrogante. Los productores agropecuarios argentinos y, casi todo el sector, hoy se queja por el panorama que muestra la campaña 2015/2016 y que es el siguiente:

– El productor de la zona núcleo (ubicada cerca de las terminales portuarias del Gran Rosario) hoy no tiene los mismos márgenes brutos y netos que hace varios años atrás, producto de una fuerte caída en los precios internacionales de los granos que perjudica nocivamente a los hombres de campo en la presente campaña y en la venta de la mercadería del ciclo 2014/2015. Esto lo vamos a analizar más adelante. Los precios de la soja hoy en Chicago son exactamente la mitad de lo que eran hace 3 años atrás. Los futuros de soja para la posición más cercana cotizan hoy a 325 U$S la tonelada. Hace 3 años atrás, el 4 de setiembre de 2012, cotizaban a 650 U$S la tonelada.

– En los últimos años, los costos de implantación de los distintos cultivos y los pagos a proveedores de servicios e insumos se han elevado de manera considerable por el fuerte proceso inflacionario que redujo los márgenes brutos de los hombres de campo. Esto se ha ido agravando paulatinamente en los últimos dos años. Salvo la soja, el resto de los cultivos hoy tienen bajos márgenes brutos o directamente valores negativos.

– En un informativo semanal anterior vimos los márgenes brutos y netos del maíz de primera temprano para este año. Si el precio del maíz a cosecha (Abril 2016) se ubica en 122 U$S la tonelada (valor que marcaban los mercados de futuros), el productor podría llegar a tener un margen neto positivo de 80 U$S por hectárea propia, luego de pagar todos los impuestos. Este ínfimo margen neto se registraría -siempre y cuando- logre un altísimo rinde de 95 qq/ha y los precios del maíz suban hasta el nivel de 122 U$S por tonelada. Si no lo logra, es casi seguro que pueda terminar con un margen neto negativo y perdiendo plata. Si el precio del maíz a cosecha en Abril 2016 se mantiene en los bajos niveles actuales de 100 U$S/tn, los números son pésimos para el productor. Pierde plata, luego de pagar todos los impuestos, aun logrando un elevadísimo rinde de 95 qq/ha. Si el rinde se localiza por debajo de ese nivel, agravará su pérdida.

– En notas anteriores del informativo semanal hemos visto la acuciante situación de los productores agropecuarios del NOA y NEA, perjudicados por su distancia a los puertos y el alto costo en los fletes, menores rindes y alto riesgo en la variabilidad climática.

– Muchos productores agropecuarios llegan fuertemente endeudados a la presente campaña y refinanciando esas deudas. Es una realidad palpable en el interior del país.

– La falta de rentabilidad ha desalentado el alquiler de campos. En los dos últimos años (2013 y 2014) desaparecieron del mercado de tierras varias de las grandes empresas agropecuarias, los fondos de inversión y pooles de siembra. En la presente campaña 2015/2016, empezaron a desaparecer directamente los contratistas y o grandes productores de la zona que alquilaban determinados campos, especialmente en los de menor productividad. Cada vez más se escucha la queja de los propietarios por las dificultades para alquilar sus inmuebles. Lógicamente, caen los valores de los alquileres y surgen estrategias flexibles para compartir el riesgo de explotación.

– Los malos resultados económicos proyectados para el ciclo 2015/2016 y la incertidumbre comercial han sido los factores de mayor peso a la hora de decidir la siembra de trigo y maíz en la actual campaña, pese a sus innumerables ventajas agronómicas. Según GEA-BCR (Guía Estratégica para el Agro) la siembra del cultivo de trigo ya finalizó en Argentina con un área de casi 3,4 millones de hectáreas para el presente ciclo, lo que implica una caída del 28% respecto del ciclo anterior. A las 1,2 millones de hectáreas que no entraran este año al circuito comercial porque no se sembró se les debe sumar otras 90 mil hectáreas perdidas producto del último temporal. En cuanto a la nueva campaña de maíz que ahora se inicia, se estima un 23% de caída en el área implantada respecto a la campaña pasada. Se estaría cultivando un total de 3,3 millones de hectáreas versus las 4,3 millones del año anterior. Tomando como supuesto unas 800.000 hectáreas que no entrarían en el circuito de comercialización granario (para alimentación animal por ejemplo), la producción para grano tendría una base cosechable de 2,5 M de ha.

– Del párrafo anterior se desprende lo siguiente: este año -casi con seguridad- caerá la producción de trigo y maíz en Argentina. Según GEA-BCR, en la campaña 2014/15 la producción triguera finalizó con un volumen de 12,8 millones de Tn. Este año, el cereal necesitará contar con un clima sumamente favorable para alcanzar los dos dígitos de producción. En cuanto al maíz, los pronósticos suponen lluvias a favor del ciclo del cultivo, por lo que podría esperarse un escenario positivo de producción y un nivel de rinde similar al del año pasado (76 qq/ha). Bajo estas conjeturas, la cosecha de maíz 2015/16 estaría arrojando un volumen de 19 millones de toneladas versus las 25,8 millones de toneladas del ciclo pasado. Habría 6 millones de toneladas menos de maíz este año respecto del anterior.

– La menor producción de trigo y maíz tiene como principales responsables a tres factores bien definidos: la fuerte caída en los precios internacionales, las elevadas retenciones y las restricciones a las exportaciones que deprimen los precios domésticos.

Volvamos ahora a evaluar la evolución de los precios internacionales de los granos y otros indicadores de la economía mundial. En el cuadro N°1 comparamos como eran los precios el 4/9/2012, hace tres años atrás, y los valores que rigen actualmente. Allí vemos lo siguiente:

– Como dijimos anteriormente, los precios de la soja hoy en Chicago son exactamente la mitad de lo que eran hace 3 años atrás. Los futuros de soja para la posición más cercana cotizan hoy a 325 U$S la tonelada. Hace 3 años atrás, el 4 de setiembre de 2012, cotizaban a 650 U$S la tonelada. Es una baja que impresiona. Y no da la sensación que pueda revertirse porque Estados Unidos, Brasil y Argentina se encaminan a tener buenas producciones de poroto de soja en la campaña 2015/2016.  Al menos es lo que espera el USDA y la mayoría de los especialistas.

– Las cotizaciones de los futuros de trigo y maíz en Chicago muestran en tres años una caída del 44% y 53% en sus valores en U$S por tonelada, respectivamente. Idéntico comentario puede hacerse para los futuros de harina y aceite de soja (caídas del 42% y 54%).

– Miremos ahora los precios en el mercado físico de Rosario. Si el 4/9/2012 un productor agropecuario quería vender su soja, el precio de contado con entrega inmediata era de 1.970 $/tn. Tres años después, ese mismo productor puede venderla a 2.100$/tn, un 7% más. Son tres años transcurridos con altas tasas de inflación anuales que superaron al 20% cada año. Si transformamos esos valores en pesos a dólares estadounidenses (aplicando tipo de cambio oficial de referencia del BCRA), el productor en el año 2012 podía percibir 424 U$S por tonelada, en cambio ahora -tres años después- obtendría 224 U$S por tonelada. Son casi 200 U$S menos por cada tonelada de soja. El perjuicio para el productor es enorme.

– Si un productor quiere sembrar soja ahora (campaña 2015/2016), se encuentra con que el precio a mayo del 2016 es de 211 U$S la tonelada según ROFEX. Hace tres años, ante la misma decisión, los contratos forward le mostraban que podía obtener un precio a mayo del 2013 de 350 U$S/tn. Son 140 U$S más que en la actualidad. La caída en los precios fue del 40%.

– Ahora evaluemos los precios en el mercado disponible para el girasol. Si el 4/9/2012 un hombre de campo quería vender su girasol en el mercado físico de la Bolsa de Comercio de Rosario, el precio de contado con entrega inmediata era de 1.750 $/tn. Tres años después, ese mismo productor puede vender el girasol a 1.850 $/tn, un 6% más. Nuevamente tengamos en cuenta que transcurrieron tres con tasas de inflación anuales arriba del 20% anual. Si transformamos esos valores en pesos a dólares estadounidenses (aplicando tipo de cambio oficial de referencia del BCRA), el productor en el año 2012 podía percibir 376 U$S por tonelada, en cambio ahora -tres años después- obtendría 197 U$S por tonelada. Son 178 U$S menos por cada tonelada de girasol. Sobran las palabras para comentar la pérdida de valor en moneda extranjera que ha sufrido esta oleaginosa.

– Evaluemos el caso de un productor que hoy tiene sembrado trigo. Si quiere asegurar el riego precio, los contratos forward a Diciembre 2015 le marcan hoy un valor de 140 U$S la tonelada. Si ese productor hubiera estado en la misma situación hace tres años, podría haber cerrado la venta de su producción con entrega en diciembre 2012 a 245 U$S/tn.

– Si en la actualidad, un acopio, productor o canjeador vende maíz para consumo y lo hace en una operación de contado con entrega inmediata, podría obtener 880$/tn en el mercado disponible. Hace tres años hubiera obtenido $ 670.- la tonelada. En pesos, el precio aumentó en 3 años un 31%. Pero si transformamos dichos valores en U$S estadounidenses con el tipo de cambio de referencia del BCR, ahora obtendría 93 U$S/tn y hace 3 años hubiera podido obtener 144 U$S/tn.

– En la actualidad, los precios del maíz para exportación con entrega en diciembre de 2015 se sitúan en 102 U$S/tn. Hace tres años, a diciembre de 2012, el precio futuro era de 180 U$S.

– En el cuadro N°1, en el sector «indicadores financieros», vemos que la devaluación en tres años fue del 102%. El tipo de cambio de referencia del BCRA se encontraba el 4/9/2012 en 4,64 $por U$S. En la actualidad cotiza 9,37 $ por dólar.

– También el cuadro N°1 refleja la fuerte caída del barril de petróleo en tres años (50% de baja, pasando de 95 U$S el barril a 46 U$S) y el fortalecimiento del dólar estadounidense, dos variables que impactan de manera bajista en los precios de los granos y en los valores internacionales del aceite de soja y girasol y biodiesel.

Reiteramos lo dicho al inicio: los buenos indicadores de Argentina en el mercado mundial de granos y oleaginosas no deben llamarnos a engaño, porque estos lugares positivos se refieren casi exclusivamente al complejo oleaginoso. El posicionamiento del maíz y del trigo de Argentina a nivel mundial ha caído. Éramos el 2° exportador mundial de maíz y hoy somos el 4°. La situación de la presente campaña es complicada y muchos productores van a apuntar directamente a la soja, dejando de lado a otros cultivos importantes para la sustentabilidad a mediano y largo plazo del agroecosistema. Ya vimos la caída en el área sembrada de trigo. Ahora vamos camino a ver la del maíz.